domingo, 29 de enero de 2017

Sexto encuentro teológico en Lago Merin

. VI Campamento de Encuentro Teológico en Lago Merín.
Se construye entre todos, sumando colores, tejiendo banderas, considerando la diversidad de edades, de estado de vida, de carisma ... como una gran riqueza.
La sencillez, la solidaridad, el canto, el mate, el baile, la oración, el abrazo... son fundamentales
PRESENTE: Brasil, Argentina (5 provincias), Guatemala, Bolivia, de casi todo Uruguay (mas de 10 departamentos) y por internet desde Paraguay, El Salvador, Chile...
En tiempos de fragmentación y de levantar muros, el grupo Colibrí invita a integrarnos en una sola familia, tendiendo puentes entre personas diferentes, de distintos lugares y creencias, pero con la fé como punto de partida en común.

Por ser vacaciones, hay libertad para llegar y partir cualquier día, libertad en los horarios y el modo de descanso, teniendo en común la cocinada, la mesa, el canto y la oración.

Solidaridad festiva

Es una de las expresiones fundamentales del Amor Cristiano; por lo tanto creamos un fondo común, aportando en una media para financiar la alimentación y la casa de retiro que alquilamos en común, ademas de toda la solidaridad que se da en otros ámbitos. 

Según las posibilidades físicas de cada uno, algunos se alojan en la casa común, otros en carpa (hay lugar para armarlas) y otros alquilan una cabaña o descansan en el hotel.

Oración
La vivencia cotidiana quiere ser un regreso a las primeras comunidades cristianas, teniendo dos momentos específicos de oración: 

A la tardecita en la capilla del Lago junto a los laguneros y turistas, un tiempo de oración creativo y participativo, con la palabra bíblica de cada día como referencia, incluyendo dinámicas, yoga, danza, la creación, de manera ecuménica... llevado adelante por los que se ofrezcan cada día a prepararlo.
El otro momento es el de "las fotos del día"; recordar y compartir momentos del día donde algo se movió en nuestro corazón.
Celebramos la Eucaristía el sábado de inicio y el sábado de clausura, llevando la vida al altar entretejida con la palabra bíblica.
Además, los encuentros personales y el encuentro con la naturaleza...

Fecha: 14 al 21 de enero de 2017
Lugar: Capilla Stella Maris


domingo, 1 de enero de 2017

Papa condena la "orfandad espiritual"

ORFANDAD ESPIRITUAL
El papa condena la "orfandad espiritual" que "corroe el alma" y porta "vacío"
El papa Francisco celebró la primera misa de 2017 y aprovechó la ocasión para condenar con dureza "la corrosiva enfermedad de 'la orfandad espiritual'", "un cáncer que silenciosamente corroe y degrada el alma" y que trae consigo "vacío y soledad".
01.01.2017 08:06

Orfandad espiritual
Jorge Bergoglio realizó estas reflexiones ante miles de fieles de diversas partes del mundo que acudieron a escuchar sus palabras a la Basílica de San Pedro del Vaticano en el día en el que la Iglesia festeja la Jornada Mundial de la Paz, este año bajo el tema "La no violencia: un estilo de política para la paz".
La ceremonia comenzó a las 10.00 horas locales (09.00 GMT) y duró cerca de una hora y media.
En su homilía, Francisco criticó lo que denominó "orfandad espiritual, "un cáncer que silenciosamente corroe y degrada el alma".
"La pérdida de los lazos que nos unen, típica de nuestra cultura fragmentada y dividida, hace que crezca ese sentimiento de orfandad y, por tanto, de gran vacío y soledad. La falta de contacto físico (y no virtual) va cauterizando nuestros corazones, haciéndolos perder la capacidad de la ternura y del asombro, de la piedad y de la compasión", subrayó.
Para Francisco, las sociedades modernas se enfrentan a un desafío que deben evitar: sucumbir a esta "orfandad espiritual" que aparece cuando se apaga "el sentido de pertenencia a una familia, a un pueblo, a una tierra, a Dios".
Esta actitud, expuso, "gana espacio en el corazón narcisista que sólo sabe mirarse a sí mismo y a los propios intereses y que crece" cuando el ser humano se olvida "que la vida ha sido un regalo".
El pontífice argentino señaló que "la humildad y la ternura no son virtudes de los débiles sino de los fuertes", y afirmó que "no es necesario maltratar a otros para sentirse importantes".
"Solamente dentro de una comunidad, de una familia, las personas podemos encontrar 'el clima', 'el calor' que nos permita aprender a crecer humanamente y no como meros objetos invitados a 'consumir y ser consumidos'", apuntó.
"No somos mercancía intercambiable o terminales receptoras de información. Somos hijos, somos familia, somos Pueblo de Dios", agregó.
En su primera misa de 2017, Francisco también se detuvo unos momentos a encomiar la figura de la Virgen María y, con ella, el papel que desempeñan las madres en el mundo actual.
"Las madres son el antídoto más fuerte ante nuestras tendencias individualistas y egoístas, ante nuestros encierros y apatías. Una sociedad sin madres no sería solamente una sociedad fría sino una sociedad que ha perdido el corazón, que ha perdido el 'sabor a hogar'", dijo.
"Una sociedad sin madres sería una sociedad sin piedad que ha dejado lugar sólo al cálculo y a la especulación", añadió.
Destacó que las madres, "incluso en los peores momentos, saben dar testimonio de la ternura, de la entrega incondicional, de la fuerza de la esperanza".
Y reconoció haber "aprendido mucho" de aquellas "que, teniendo a sus hijos presos, o postrados en la cama de un hospital, o sometidos por la esclavitud de la droga, con frío o calor, lluvia o sequía, no se dan por vencidas y siguen peleando para darles a ellos lo mejor".
"O esas madres que en los campos de refugiados, o incluso en medio de la guerra, logran abrazar y sostener sin desfallecer el sufrimiento de sus hijos. Madres que dejan literalmente la vida para que ninguno de sus hijos se pierda", remarcó.
Finalmente animó a los presentes a "aprender a cuidar la vida" con "ternura", "sembrando esperanza, sembrando pertenencia, sembrando fraternidad".
El papa Francisco dio por concluida la celebración en torno a las 11.25 horas locales (10.25 GMT) cuando abandonó la basílica vaticana en procesión.
EFE